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Sistemas de Cultivo

Comunidades naturales de algas actúan como probióticos contra patógenos acuícolas

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By Milthon Lujan

es amarillos: Resumen de los cultivos de algas utilizados en los ensayos de inhibición de Vibrio. Cultivos xénicos: Tetraselmis suecica (NT) e Isochrysis galbana (NI, subcultivo continuo; NNI, microbioma recién reclutado). Fuente: Smahajcsik et al., (2025); Microbiol Spectrum:e00421-25.
es amarillos: Resumen de los cultivos de algas utilizados en los ensayos de inhibición de Vibrio. Cultivos xénicos: Tetraselmis suecica (NT) e Isochrysis galbana (NI, subcultivo continuo; NNI, microbioma recién reclutado). Fuente: Smahajcsik et al., (2025); Microbiol Spectrum:e00421-25.

Las larvas y juveniles de peces son particularmente vulnerables a los patógenos, donde las vacunas a menudo no son una opción viable debido a la inmadurez de su sistema inmune. Esta situación ha llevado a la búsqueda de alternativas sostenibles a los antibióticos, cuyo uso extensivo conlleva el riesgo de fomentar la resistencia antimicrobiana.

Un nuevo estudio realizado por investigadores de la Technical University of Denmark ha demostrado que es posible desarrollar un consorcio de bacterias capaz de inhibir patógenos bacterianos en este sector. Esto podría reducir potencialmente el uso de antibióticos en la acuicultura y, posiblemente, en otras aplicaciones. El estudio fue publicado en Microbiology Spectrum, una revista de la American Society for Microbiology.

En este nuevo estudio, los investigadores se propusieron encontrar y desarrollar opciones biológicas no antibióticas para el control y la prevención de enfermedades en la acuicultura. 

El desafío persistente de las enfermedades en la larvicultura

Las infecciones por bacterias del género Vibrio, como Vibrio anguillarum, son un problema significativo en la larvicultura marina, afectando a una amplia gama de especies de peces. El alimento vivo, como las microalgas, aunque esencial para muchas especies marinas en sus fases larvales, puede también servir como vector para la introducción de estas bacterias patógenas. La necesidad de medidas de control de enfermedades que no dependan de los antibióticos es, por tanto, urgente.

Probióticos: una alternativa prometedora y el poder oculto de las comunidades

Los probióticos han surgido como una estrategia viable. Utilizar bacterias beneficiosas o probióticos para combatir patógenos es una estrategia que se está extendiendo tanto en la cría de animales como en la horticultura. 

Tradicionalmente, la investigación y aplicación de probióticos en acuicultura se ha centrado en el uso de cultivos puros de cepas aisladas. Sin embargo, en los entornos naturales, la protección contra patógenos raramente es obra de un solo microorganismo; es el esfuerzo concertado de microbiomas complejos lo que mantiene a raya a los invasores. Este concepto impulsa la hipótesis de que las comunidades microbianas, con sus intrincadas interacciones, podrían ofrecer ventajas sinérgicas sobre los probióticos de una sola cepa. Los científicos detrás del estudio reciente creían que el efecto antipatógeno probablemente sería más fuerte en una combinación de bacterias beneficiosas.

Microalgas y sus microbiomas al rescate

Los investigadores autores del estudio se propusieron evaluar la eficacia antipatogénica de los microbiomas mixtos provenientes de dos microalgas utilizadas como alimento vivo: Tetraselmis suecica e Isochrysis galbana. El objetivo era determinar si estas comunidades naturales podían inhibir el crecimiento de Vibrio anguillarum, un importante patógeno de peces.

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