
La ostra plana europea, Ostrea edulis, una especie nativa clave en los ecosistemas costeros de Europa, ha visto sus poblaciones disminuir drásticamente en los últimos dos siglos debido a la sobrepesca, la pérdida de hábitat y las enfermedades. Actualmente, son raras y están protegidas en estado salvaje. Entre las amenazas más persistentes se encuentra Bonamia ostreae, un parásito microscópico que causa una afección conocida como bonamiosis, la cual puede devastar las poblaciones de ostras aunque es inofensiva para los humanos.
Detectar a tiempo este patógeno antes de trasladar animales a zonas libres de enfermedad o a nuevas granjas es un reto fundamental. Hasta ahora, la detección de la presencia del parásito implicaba la disección de una muestra de ostras, un enfoque que no solo es destructivo sino también impráctico para el seguimiento de poblaciones raras o destinadas a la restauración. Ante esta problemática, un científico de Heriot-Watt ha trabajado con colegas del Instituto Roslin de la Universidad de Edimburgo para desarrollar un método innovador que permite detectar este mortal parásito sin dañar a los moluscos. Este avance se presenta como una esperanza para la acuicultura y los esfuerzos de conservación.
Detección del parásito sin sacrificar la ostra
El innovador enfoque presentado se basa en la capacidad de detectar el ADN del parásito Bonamia ostreae en el material producido por las ostras durante su actividad metabólica normal. El equipo del Heriot-Watt y del Roslin Institute ha sido pionero en este nuevo método que utiliza las heces de las ostras para buscar el ADN del parásito. Al analizar el material de desecho que queda después de mantener a las ostras durante la noche en agua de mar aireada, los científicos pueden determinar si alguna ostra está infectada, sin dañar a un solo animal.
El Dr. Tim Bean, autor principal del estudio y miembro del Instituto Roslin de la Universidad de Edimburgo, explica la lógica detrás de esta técnica, señalando que «las heces de las ostras contienen trazas de ADN de Bonamia si están infectadas». Y añade: «Al muestrear este material, podemos examinar un gran número de ostras a la vez sin necesidad de sacrificarlas».
¿En qué consiste la metodología no invasiva?
El método implica los siguientes pasos:
- Cuarentena y recolección: Las ostras se mantienen en cuarentena durante la noche en agua de mar artificial aireada. Durante este periodo, los animales producen heces y pseudoheces (partículas de sedimento y mucus que no han sido ingeridas).
- Muestreo: Al día siguiente, se recolectan cuidadosamente estas heces y pseudoheces sedimentadas en el fondo de los contenedores.
- Extracción de ADN y análisis: Se extrae el ADN de este material biológico y se analiza mediante qPCR específica para detectar la presencia del ADN de Bonamia ostreae.
Los investigadores destacan que tanto formas intra como extracelulares del parásito están presentes en las heces y pseudoheces de las ostras. Se cree que los hemocitos infectados (células inmunitarias de la ostra) migran regularmente a través del epitelio, liberando parásitos al lumen intestinal o a las superficies externas, que luego son excretados. Esto podría explicar por qué las heces resultan ser un indicador tan potente de la infección.
Resultados prometedores: sensibilidad y validación del método
Este enfoque no invasivo ha demostrado ser no solo una alternativa viable, sino en algunos aspectos superior, a las técnicas existentes. El equipo probó el método en varios sitios del Reino Unido, incluyendo aguas con presencia confirmada de Bonamia en Essex y West Loch Tarbert en Escocia (Argyll).
Mayor sensibilidad que el eDNA en agua
En estudios comparativos, la detección del patógeno a partir de muestras de heces/pseudoheces resultó ser más sensible que el muestreo de ADN ambiental (eDNA) directamente del agua de los tanques. Por ejemplo, en el estudio realizado en Mersea (Inglaterra), se detectó ADN de Bonamia con mayor frecuencia en el ADN extraído del sedimento (3 de 7 cubetas) que en el ADN extraído del agua (2 de 7 cubetas).
Sensibilidad comparable a los métodos tradicionales destructivos
Crucialmente, cuando se comparó con los resultados de la histología convencional y la qPCR a partir de tejido extraído de las ostras (métodos «gold standard»), el nuevo método no invasivo demostró niveles de sensibilidad comparables. De hecho, el equipo descubrió que el método no invasivo era al menos tan sensible como el muestreo tradicional de tejidos y la histología, y a menudo más eficaz que las técnicas de ADN ambiental basadas en agua. Los ensayos de sensibilidad indicaron que el método es capaz de detectar tan solo 30 copias del gen 18S ARNr de Bonamia ostreae en una muestra de 250 mg de sedimento, lo que subraya su alta capacidad de detección. Si Bonamia está presente en la muestra, es muy probable que se detecte.
Validación en campo y control
La eficacia del método se probó en diversos escenarios:
- Sitios positivos para Bonamia: Se recolectaron ostras de Mersea (Inglaterra) y West Loch Tarbert (Escocia), conocidas por la presencia del parásito.
- Sitios negativos para Bonamia: Como control, se utilizaron ostras de Loch Craignish y Loch Melfort (Escocia), sitios reportados como libres de Bonamia. En estos sitios de control, todas las muestras de sedimento resultaron negativas para Bonamia ostreae y positivas para el ADN de Ostrea edulis, confirmando la especificidad del test y la correcta extracción de ADN, sin que se detectaran falsos positivos.
Implicaciones para la acuicultura y la restauración de la ostra plana
El desarrollo de este método no invasivo, descrito como «excelentes noticias para la restauración de ostras en toda Europa» por el Profesor Bill Sanderson de la Universidad Heriot-Watt, quien lidera varios proyectos de restauración de ostras en Escocia, tiene importantes ventajas y aplicaciones prácticas. La ostra plana nativa, antaño extendida por las costas europeas, se ha convertido en una prioridad de conservación debido a su importancia ecológica: los arrecifes de ostras proporcionan un hábitat vital, filtran el agua y estabilizan los sedimentos marinos. Sin embargo, los esfuerzos por restaurar las poblaciones silvestres de ostras y ampliar la acuicultura sostenible se han visto repetidamente frustrados por Bonamia ostreae.
El Profesor Sanderson enfatiza: «La restauración de ostras implica criar y luego trasladar miles de ostras de un sitio a otro. No debemos llevar con nosotros parásitos o enfermedades, especialmente unos tan mortales como Bonamia ostreae». Y añade: «Esta nueva herramienta nos da una forma de monitorizar rápida y económicamente la infección mientras protegemos las valiosas poblaciones de ostras. Ahora hay más de 50 sitios de restauración en toda Europa, y esta prueba podría ser un salvavidas para todos ellos».
Las ventajas incluyen:
- Mejora de la bioseguridad: Permite un control más exhaustivo y frecuente de los animales antes de su traslado, minimizando el riesgo de propagación de la enfermedad a áreas libres del parásito.
- Escalabilidad y coste-efectividad: El muestreo de heces/pseudoheces es sencillo, puede realizarse a gran escala (por ejemplo, en unidades de depuración reutilizadas) y es económico, especialmente en comparación con el sacrificio de animales para análisis. Esto reduce los costes para los productores y permite muestrear un mayor número de individuos, aumentando la sensibilidad a nivel poblacional.
- Conservación de poblaciones: Al ser no destructivo, es ideal para monitorear poblaciones silvestres pequeñas o en peligro, donde el sacrificio de individuos para diagnóstico sería contraproducente.
- Facilita el testeo proactivo: Su facilidad de uso y bajo coste pueden incentivar a los productores a realizar testeos más regulares, en lugar de esperar a la aparición de signos clínicos o mortalidades.
Además, el método ha sido validado en entornos de campo y laboratorio y es lo suficientemente portátil como para ser utilizado in situ con kits móviles de análisis de ADN. A diferencia de otros métodos de detección basados en ADN, que a menudo dependen de complejas configuraciones de laboratorio, este nuevo enfoque utiliza un sistema de extracción y PCR listo para el campo.
Conclusión y perspectivas futuras
El método de detección no invasivo de Bonamia ostreae a partir de heces y pseudoheces de Ostrea edulis representa un avance significativo para la sanidad acuícola y la conservación de esta especie emblemática. Ofrece una herramienta escalable, rentable y sensible que supera muchas de las limitaciones de los métodos diagnósticos tradicionales.
Según el Dr. Bean, «se trata de dar a los equipos de restauración, a los ostricultores y a los reguladores las herramientas que necesitan para responder rápida y eficazmente a las amenazas de enfermedades, sin comprometer a las mismas especies que intentan proteger».
Los científicos están trabajando ahora en perfeccionar aún más el proceso y explorando si podrían utilizarse técnicas similares para detectar otras enfermedades o incluso especies invasoras. La integración de tecnologías como los ensayos LAMP (Loop-mediated isothermal amplification), que permiten un análisis rápido en campo, podría mejorar aún más la aplicabilidad y utilidad de esta técnica.
Los hallazgos fueron publicados en la revista Aquaculture y contaron con el apoyo del UK Seafood Innovation Fund y el Sustainable Aquaculture Innovation Centre, con financiación adicional del Dornoch Environmental Enhancement Project, apoyado por The Glenmorangie Company. Este desarrollo contribuye a la protección a largo plazo y la sostenibilidad de las poblaciones de ostra plana europea.
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Tim P. Bean
The Roslin Institute and Royal (Dick) School of Veterinary Studies, Easter Bush Campus,
The University of Edinburgh
Midlothian EH25 9RG, UK
Email: [email protected]
Referencia ( abierto)
Regan, T., Vythalingam, L., Nascimento-Schulze, J., Paisley, O., Karmitz, A., Hanley, N. M., Sanderson, W. G., & Bean, T. P. (2025). Non-invasive detection method for Bonamia ostreae infected Ostrea edulis. Aquaculture, 599, 742153. https://doi.org/10.1016/j.aquaculture.2025.742153

Editor de la revista digital AquaHoy. Biólogo Acuicultor titulado por la Universidad Nacional del Santa (UNS) y Máster en Gestión de la Ciencia y la Innovación por la Universidad Politécnica de Valencia, con diplomados en Innovación Empresarial y Gestión de la Innovación. Posee amplia experiencia en el sector acuícola y pesquero, habiendo liderado la Unidad de Innovación en Pesca del Programa Nacional de Innovación en Pesca y Acuicultura (PNIPA). Ha sido consultor senior en vigilancia tecnológica, formulador y asesor de proyectos de innovación, y docente en la UNS. Es miembro del Colegio de Biólogos del Perú y ha sido reconocido por la World Aquaculture Society (WAS) en 2016 por su aporte a la acuicultura.